Por qué urea verde

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Amoníaco verde: La respuesta a un futuro más sostenible

Hace un siglo, el mundo se enfrentaba a una inminente crisis alimentaria. El auge demográfico empujaba a los agricultores a cultivar más deprisa de lo que podían hacerlo las bacterias fijadoras de nitrógeno del suelo, y los depósitos sudamericanos de guano y nitratos naturales que utilizaban como fertilizantes se estaban agotando. En lo que quizá siga siendo el mayor problema mundial resuelto por la química, Fritz Haber y Carl Bosch desarrollaron un proceso para hacer reaccionar el hidrógeno y el nitrógeno atmosférico a presión para producir amoníaco, que los agricultores adoptaron en lugar de los fertilizantes naturales.
La crisis actual es el cambio climático. Esta vez, el amoníaco puede producirse mediante hidrógeno procedente de la electrólisis del agua y nitrógeno separado del aire, todo el proceso es 100% libre de carbono. En comparación con el hidrógeno, el amoníaco se está expandiendo desde el campo de los fertilizantes agrícolas más tradicionales al campo de la energía debido a sus evidentes ventajas en el almacenamiento y el transporte.Como portador de combustible sin carbono y energía de hidrógeno, el amoníaco es un pilar importante para lograr el futuro desarrollo verde.

La amenaza del cambio climático

El cambio climático supone una amenaza fundamental para los lugares, las especies y los medios de vida de las personas. Para afrontar adecuadamente esta crisis debemos reducir urgentemente la contaminación por carbono y prepararnos para las consecuencias del calentamiento global.

Aumento de temperatura
La Tierra es ahora 1,1 °C más cálida que en el siglo XIX. Al ritmo actual de emisiones de dióxido de carbono, la temperatura podría aumentar hasta 4,4 °C a finales de siglo.
CO2 Concentración
La concentración de dióxido de carbono en la atmósfera terrestre es actualmente de casi 412 partes por millón (ppm) y sigue aumentando. Esto representa un aumento del 47% desde el comienzo de la Era Industrial.

Transformación energética ecológica

Una de las aplicaciones más prometedoras del amoníaco verde es su utilización como portador de energía sostenible. El amoníaco puede producirse a partir del hidrógeno y el nitrógeno elementales disponibles en el aire y, si es necesario, puede descomponerse de nuevo en sus componentes con la ayuda de un craqueador de amoníaco. Esto significa que el amoníaco puede transportarse por todo el mundo desde zonas ricas en recursos eólicos y solares, donde puede utilizarse directamente para generar electricidad o craquearse de nuevo en hidrógeno para aplicaciones industriales.

El amoníaco también puede quemarse directamente, por ejemplo en turbinas de gas o motores de barcos. Debido a su versatilidad, el amoníaco es una molécula energética verde ideal. El amoníaco tiene una densidad energética superior a la del hidrógeno, lo que facilita su transporte y almacenamiento. Esto convierte al amoníaco verde en un portador de energía líquida ideal para transportar la energía renovable "hidrógeno verde" a largas distancias.

Además, el amoníaco ya es un producto comercializado en todo el mundo con una infraestructura de transporte existente, por lo que ofrece un potencial significativo para la economía mundial de la energía verde y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.