Hace un siglo, el mundo se enfrentaba a una inminente crisis alimentaria. El auge demográfico empujaba a los agricultores a cultivar más deprisa de lo que podían hacerlo las bacterias fijadoras de nitrógeno del suelo, y los depósitos sudamericanos de guano y nitratos naturales que utilizaban como fertilizantes se estaban agotando. En lo que quizá siga siendo el mayor problema mundial resuelto por la química, Fritz Haber y Carl Bosch desarrollaron un proceso para hacer reaccionar el hidrógeno y el nitrógeno atmosférico a presión para producir amoníaco, que los agricultores adoptaron en lugar de los fertilizantes naturales.
La crisis actual es el cambio climático. Esta vez, el amoníaco puede producirse mediante hidrógeno procedente de la electrólisis del agua y nitrógeno separado del aire, todo el proceso es 100% libre de carbono. En comparación con el hidrógeno, el amoníaco se está expandiendo desde el campo de los fertilizantes agrícolas más tradicionales al campo de la energía debido a sus evidentes ventajas en el almacenamiento y el transporte.Como portador de combustible sin carbono y energía de hidrógeno, el amoníaco es un pilar importante para lograr el futuro desarrollo verde.
El cambio climático supone una amenaza fundamental para los lugares, las especies y los medios de vida de las personas. Para afrontar adecuadamente esta crisis debemos reducir urgentemente la contaminación por carbono y prepararnos para las consecuencias del calentamiento global.
Una de las aplicaciones más prometedoras del amoníaco verde es su utilización como portador de energía sostenible. El amoníaco puede producirse a partir del hidrógeno y el nitrógeno elementales disponibles en el aire y, si es necesario, puede descomponerse de nuevo en sus componentes con la ayuda de un craqueador de amoníaco. Esto significa que el amoníaco puede transportarse por todo el mundo desde zonas ricas en recursos eólicos y solares, donde puede utilizarse directamente para generar electricidad o craquearse de nuevo en hidrógeno para aplicaciones industriales.
El amoníaco también puede quemarse directamente, por ejemplo en turbinas de gas o motores de barcos. Debido a su versatilidad, el amoníaco es una molécula energética verde ideal. El amoníaco tiene una densidad energética superior a la del hidrógeno, lo que facilita su transporte y almacenamiento. Esto convierte al amoníaco verde en un portador de energía líquida ideal para transportar la energía renovable "hidrógeno verde" a largas distancias.
Además, el amoníaco ya es un producto comercializado en todo el mundo con una infraestructura de transporte existente, por lo que ofrece un potencial significativo para la economía mundial de la energía verde y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
La tecnología de craqueo del amoníaco lo convierte en hidrógeno y nitrógeno gaseoso. El amoníaco es una materia prima química de bajo coste. Tiene las ventajas de su alta densidad energética, fácil compresión y licuefacción, cómodo almacenamiento y transporte, y no produce CO2 al quemarse. Por lo tanto, la idea de utilizar amoníaco como portador de transporte de hidrógeno ha recibido una amplia atención. Además, las altas densidades de almacenamiento volumétrico y de masa del amoníaco lo convierten en un prometedor vector de transporte de hidrógeno.
Además, el gas nitrógeno producido a través del craqueo catalítico del amoníaco es un excelente gas protector y puede aplicarse ampliamente en las industrias de semiconductores y metalúrgica.
PLANTA DE CRAQUEO DE AMONÍACO DE 100NM3/H | |
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Capacidad | 100 Nm3/h |
Temperatura de agrietamiento | ~600℃ |
Potencia | 1,5 kWh/Nm3 H2 |
Consumo de amoníaco (kg/h NH3) | 76 kg/h |
Producción de gas de formación (Nm3/h N2;H2) | 200 Nm3/h |
Producción de hidrógeno (kg/h H2) | 8,93 kg/h |
Tasa de conversión | ≥99.7% |
Flexibilidad operativa | 30%~100% |
PLANTA DE CRAQUEO DE AMONÍACO DE 100NM3/H | |
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Capacidad | 150 Nm3/h |
Temperatura de agrietamiento | ~600℃ |
Potencia | 1,5 kWh/Nm3 H2 |
Consumo de amoníaco (kg/h NH3) | 114 kg/h |
Producción de gas de formación (Nm3/h N2;H2) | 300 Nm3/h |
Producción de hidrógeno (kg/h H2) | 13,39 kg/h |
Tasa de conversión | ≥99.7% |
Flexibilidad operativa | 30%~100% |
La unidad de craqueo de amoníaco Foreign trade company puede satisfacer las necesidades de los clientes con un excelente rendimiento, flexibilidad y economía en condiciones de baja temperatura.
El hidrógeno verde es respetuoso con el medio ambiente. Las naciones dedicadas al desarrollo de la industria del hidrógeno representan 75% de la producción económica mundial. Sin embargo, debido al equilibrio no resuelto entre la densidad de almacenamiento del hidrógeno, la seguridad y los costes de almacenamiento, la industria del hidrógeno aún no ha formado una verdadera cadena de suministro mundial y no ha desempeñado un papel sustancial en el impulso del desarrollo económico mundial ni en la lucha contra el cambio climático.
El craqueo de amoníaco puede ayudar a resolver múltiples retos en el almacenamiento y transporte de hidrógeno, reduciendo costes y facilitando la formación de una cadena de suministro global, allanando el camino hacia un futuro realmente libre de carbono
El craqueo del amoníaco se emplea principalmente para la producción de hidrógeno. El hidrógeno es un portador de energía versátil y se utiliza ampliamente en procesos industriales, como las reacciones de hidrogenación, la síntesis de amoníaco y las pilas de combustible para la generación de electricidad.
El hidrógeno generado a partir del craqueo del amoníaco puede utilizarse en diversos procesos de síntesis química, incluida la producción del propio amoníaco. Sirve como materia prima clave en la síntesis de diversos productos químicos como metanol, fertilizantes y otros compuestos industriales.
El amoníaco se produce en grandes cantidades desde hace mucho tiempo, principalmente para la producción de fertilizantes, lo que ha propiciado el desarrollo de amplias infraestructuras de almacenamiento y transporte, reduciendo así los costes de almacenamiento y transporte.